jueves, 24 de noviembre de 2011

Extracto de "Los abogados" de Franz Kafka

En una reciente celebración de aniversario de un amigo (felicidades de nuevo Ferran, gracias por tu empuje vital) me encontré con un texto de Kafka (cuyo final reproduzco aquí) muy apropiado para estos tiempos de incertidumbre...

" ... ¿Cómo desandar las escaleras de esta vida breve, presurosa, acompañada de un estruendo que no cesa?. Imposible. El tiempo que se te ha acordado es tan corto, que si pierdes un segundo pierdes tu vida entera; porque sólo es tan larga como el tiempo que pierdes. Si has comenzado, pues, un camino, sigue adelante en cualquier circunstancia: sólo puedes ganar; no corres ningún peligro; quizás al fin caigas, pero si al dar los primeros pasos te hubieras arrepentido y bajado la escalera, te habrías despeñado desde el comienzo mismo; y esto no sólo es probable sino seguro. Si no hallas nada detrás de las puertas, hay otros pisos; si no encuentras nada arriba, no importa; continúa subiendo. Mientras no dejes de subir no terminarán los escalones; bajo tus pasos ascendentes, ellos crecen hacia lo alto.

viernes, 14 de octubre de 2011

Som collonuts

En pocos días mi capacidad de asombro ha sido desbordada por dos veces. Se trata de dos estadísticas procedentes de fuentes completamente diferentes y con muestras representativas pero absolutamente independientes entre sí, ... y con unos resultados sorprendentemente iguales en su esencia.

La primera la conocí hace unos días al asistir a una conferencia en el COEIC (Via Laietana de Barcelona). La presentaba el equipo directivo de ICSA y se refería a la consideración que los máximos ejecutivos de aprox. 400 empresas tenían sobre su posicionamiento respecto a la competencia. La estadística infería que el 80% de los entrevistados se consideraba en mejores condiciones que su competencia.

Bravo !, somos la hostia, quién nos tiene que venir a explicar algo si somos los mejores (TODOS). Buff, mala pinta para los consultores, interim managers, coachs y otros especímenes similares.

La segunda en la frente me la llevo ayer viendo el programa de TV3 Banda Ampla, tratando del fenómeno de la autoayuda y el coaching. Respuestas a la simple pregunta "Vd. es feliz?", resultados 91% SÍ ... je, je, fantástico, y con crisis y todo. Pero, ojo, había otra peor todavía, respuestas a la pregunta "cambiaría Vd. algo de su vida?", algo, no tiene porque ser la pareja o el trabajo, ALGO, no sé, quizás sonreir un poco más, o hacer más ejercicio (físico o mental), ... no recuerdo la cifra exacta pero era más del 60% que NO CAMBIARÍA NADA. Tienen una vida perfecta. Más bufff.

Es más que probable en el fondo, que la mayor parte de estos perfectos satisfechos (consigo mismos y con sus empresas) en el fondo no sean más que perfectos desconocedores (de sí mismos y de sus empresas) y claro, ya se sabe que la ignorancia ayuda a la felicidad, ... o no?

sábado, 24 de septiembre de 2011

Los neutrinos y la caída de la última frontera

Escucho con avidez el relato de los experimentos efectuados en el CERN en los que han medido la velocidad de unos haces de neutrinos, con el resultado de que éstos han sido más rápidos que la velocidad de la luz, supuesta constante universal infranqueable, uno de los postulados de la teoría de la relatividad especial de Albert Einstein.

A falta de confirmación por experimentos equivalentes realizados por otros equipos de científicos independientes, estamos ante un descubrimiento notable que nos vuelve a plantear un sinfín de preguntas: ¿cómo es posible que unas partículas con masa se desplacen a velocidad superior que la pura energía?,  ¿podremos, por tanto, viajar al pasado?, ¿en qué nos queda la probablemente más bella y famosa ecuacón de la historia de la Física E = m . c^2?.

Previamente la mecánica cuántica ya nos había obsequiado con una serie de principios difícilmente aceptados por nuestra intuición: el principio de incertidumbre de Heisenberg (no podemos conocer con precisión a la vez la posición y la cantidad de movimiento de una partícula), el principio de superposición (una partícula puede estar en posiciones diferentes en el mismo instante de tiempo) y el del entrelazamiento (una partícula aquí puede influir en el comportamiento de otra partícula en el otro extremo del Universo).

Es, sin duda, un fiel reflejo de nuestro tiempo: todo es cambiante, no entendemos nada, hemos perdido los referentes que teníamos, estamos sumidos en una gran confusión, pero ... es ...  APASIONANTE. Dependemos de nosotros mismos, no podemos esperar que MAMÁ (Estado, Empresa, ...) nos proteja y nos diga lo que tenemos que hacer. Tenemos que ELEGIR dónde queremos estar (no olvidemos que podemos estar en lugares diferentes al mismo tiempo). Al fin, la física parece confluir con la filosofía y otorgar todo el poder sobre lo que nos ocurre a nuestro cerebro. ¿Qué queremos que nos ocurra?.

Bienvenidos los nuevos tiempos. Bienvenida la CRISIS porque nos hará más autónomos de jerarquías y más entrelazados entre nosotros, en definitiva ... más LIBRES.

PD.- Vista la incertidumbre reinante en lo que podríamos llamar materias científicas puras, no podemos esperar que nuestros políticos y economistas (científicos, digamos, más sociales) den con las soluciones óptimas a los problemas que se nos presentan. No les envidio el trabajo (en mis momentos de debilidad puede que sí el sueldo).

jueves, 21 de julio de 2011

Artículo La Vanguardia

Cristina Sen - domingo 3 de julio de 2011 - pág. 42

El artículo informa sobre la presentación de un documento de la escuela de negocios IESE, que considera la actual concepción economicista de la gestión empresarial e institucional profundamente deshumanizada.  Adjunto algunos párrafos significativos:
“El diagnóstico es claro, se ha priorizado la búsqueda de la eficacia inmediata y de rápidos resultados financieros y se ha relegado a las personas a un simple concepto instrumental. La fórmula no funciona, y es una de las causantes de la crisis”.
 “No son convenientes las remuneraciones desorbitadas de los altos directivos. Es como si ellos tuviesen todo el mérito de los resultados obtenidos. Debemos valorar, en cambio, la gestión moralmente sólida y que permite al trabajador su desarrollo laboral”.
“En las sociedades avanzadas, las empresas que quieran competir a medio y largo plazo con posibilidades de éxito necesitarán un plus de excelencia y calidad que sólo es posible con un buen clima laboral. Necesitarán, de este modo, un compromiso de los trabajadores que se consigue con motivación y con el reconocimiento de su aportación”.

El estudio coincide esencialmente con lo expuesto en nuestra conferencia del pasado día 29 en la librería Excellence. Los dos primeros párrafos forman parte de lo expuesto en la conferencia como el desequilibrio del corto plazo sobre el largo plazo (pelotazo vs. esfuerzo), y el tercero coincide con nuestra apreciación de que sólo las empresas que tengan todo el equipo humano comprometido con sus objetivos permanecerán en los mercados futuros.
Muy satisfechos, por tanto, de que nuestro análisis de las causas primigenias de la crisis actual y las bases para superarla (gentle management) sean compartidas por la prestigiosa escuela de negocios IESE.
Un abrazo desde aquí a los profesores Rafael Andreu y Josep M. Rosanas, autores del mencionado estudio.

martes, 5 de julio de 2011

Extracto de la Conferencia del 29 de junio en la librería Excellence

EL ASPECTO FEMENINO DE LA EMPRESA

¿Por qué hemos llegado hasta aquí?
Tenemos una crisis financiera importante que ha sobrevenido en una crisis económica profunda, que está desembocando en una crisis social notable. Todo esto ha ocurrido por el permanente DESEQUILIBRIO que ha dominado nuestra sociedad en los últimos años:
-          El corto plazo le ha ganado la partida al largo plazo de forma apabullante. Recién salido de la Facultad (hace más de 25 años) e incorporado al mundo empresarial los planes de empresa se efectuaban a corto plazo (1 año), a medio plazo (5 años) y a largo plazo (10 años). ¿Quién analiza algo hoy a más de 1 año?. El presupuesto anual es el plazo más largo que contemplamos. Podremos decir que la incertidumbre es muy grande y, por tanto, muy difícil hacer análisis y previsiones a tiempo superior. Bien, y ¿dónde queda nuestra VISIÓN?. ¿Se acaba al final del ejercicio siguiente?. ¿Dónde vamos?. ¿Dónde queremos ir?. ¿Cuáles son nuestros valores?.  Tenemos que hacer dinero, y hacerlo rápido, sin importar los efectos que esta rapidez pueda provocar en el futuro, es la cultura del pelotazo frente a la cultura del esfuerzo y el sacrificio.
PELOTAZO  vs.  ESFUERZO  
-          La polaridad masculina ha dominado claramente a la femenina. Y no me refiero al número de hombres o mujeres presentes en las cúpulas de las empresas o de los gobiernos, desproporción que, afortunadamente, empieza a corregirse. Me refiero a que la polaridad masculina (agresividad, competitividad, propiedad, éxito, información, …) ha prevalecido de forma muy dominante sobre la femenina (sensibilidad, compasión, compartir, bienestar, comunicación, …). Es la cultura de la aniquilación frente a la cultura de la cooperación. (Me quedó una frase grabada de las clases de estrategia militar recibidas en mis tiempos de caballero aspirante a oficial de complemento: “cuando el enemigo se bate en retirada hay que perseguirlo y aniquilarlo”).
ANIQUILACIÓN  vs.  COOPERACIÓN 
En los últimos tiempos hemos descubierto que el mundo se ha sumido en una grave crisis debido a estos comportamientos.
-          Se ha buscado exclusivamente el beneficio de la empresa, y en algunas ocasiones el beneficio del máximo ejecutivo de la misma.
-          Se ha buscado exclusivamente el beneficio a corto plazo.

Probablemente el caso más paradigmático de este desequilibrio lo encontramos en el banco Lehman Brothers, quebrado en 2008, pocos meses después de que su máximo ejecutivo recibiera un bonus de más de 21 millones de dólares por los brillantes resultados del ejercicio anterior !!!.

Esta situación no se ha producido únicamente en la empresa privada, también ha sido así en la gestión pública. Se gestiona el corto plazo en base a encuestas semanales o mensuales. No existe, o tiene poco peso en la gestión, el proyecto a largo plazo (difícilmente a más de 4 años).
Se puede argumentar que es mejor tener beneficios a corto plazo que no tenerlos. Así de simple es, evidentemente, cierto. Pero las cosas no son así de simples. En gran número de ocasiones, para obtener esos resultados (sobre el papel) positivos a corto plazo, estamos comprometiendo seriamente los resultados futuros de nuestra empresa o el futuro de nuestro entorno. Esto es, sencillamente, inaceptable.
¿De quién es la responsabilidad?
No es culpa de las grandes empresas, ni de las PYMEs, ni de las grandes fortunas, ni de los bancos… sólo; también es culpa de las administraciones (a todos los niveles: comunitario, estatal, autonómico y municipal), de los medios de comunicación y, sobre todo, es culpa nuestra, … sí, vuestra y mía, de cada uno de nosotros. Dejadme poner algún ejemplo de nuestro hipócrita comportamiento:
-          Nos quejamos porque las empresas deslocalizan la producción a China o a los países del Este de Europa, pero cuando vamos a comprar miramos para otro lado y escogemos la mejor oferta que encontramos (ya no nos importa si está fabricado en China o en Hungría, en lugar de en Santa Perpetua de Mogoda).

-          Arremetemos contra el gobierno de turno porque recorta determinados servicios pero no estamos dispuestos a pagar más impuestos para mantenerlos. De hecho votamos mayoritariamente al partido que promete bajar los impuestos, sin explicar los recortes, o las ventas de activos que va a efectuar (en realidad no los queremos oír).

-          Protestamos porque las empresas persiguen el máximo beneficio sin tener en cuenta otras cosas como el bienestar de su personal o los efectos nocivos contra el medio ambiente, pero queremos que el fondo de inversión (o de pensiones) que tenemos nos dé el máximo rendimiento posible (sin preguntar las participaciones que el fondo mantiene en las empresas). Es más, nuestra presión por este máximo rendimiento lleva a los gestores de estos fondos al cortoplacismo más rabioso: cuando una empresa cotizada en bolsa anuncia unos resultados trimestrales inferiores a los previstos, los gestores de los fondos abandonan las posiciones en la misma, la cotización se desploma y el presidente de la compañía aparece al día siguiente anunciando un severo plan de ajuste con cientos o miles de despidos para recuperar la confianza de los inversores (en el fondo somos nosotros los inversores). Por cierto, siempre me ha parecido el súmmum de la hipocresía  la distinción que efectuamos (y nuestros medios de comunicación y gobernantes por extensión) entre inversores (cuando los hechos van a favor de nuestros intereses) y especuladores (cuando van en contra).
Me comentaba el otro día un amigo economista que culpar a los especuladores de la crisis era como culpar a la ley de la gravedad de un accidente aéreo. Tiene razón, ciertamente esta actitud de avestruz, que nos lleva a esconder la cabeza o mirar hacia otro lado para mantener limpia nuestra conciencia mientras actuamos como las personas o entidades que criticamos, está en el centro de nuestros males. Todos somos especuladores.
¿Qué áreas de mejora tenemos?
Tenemos que avanzar en la toma de conciencia sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea, y comprometernos. No nos podemos excusar en los demás para repartir las culpas (cuando apunto con la mano a otro, simulando una pistola, un dedo señala hacia ese otro, un segundo dedo señala hacia arriba – Dios, el Universo,… –, pero los tres dedos restantes señalan hacia mí). Los gobiernos, empresas, bancos, medios de comunicación,… son un fiel reflejo nuestro, son lo que nosotros permitimos (y promovemos) que sean. Está en nuestras manos cambiarlos. (puede que incluso podamos cambiar la ley de la gravedad, o, como mínimo, disminuir el valor de su constante g=9,8 m/s²)
Volveremos, sin lugar a dudas, a la cultura del esfuerzo y el sacrificio. Desaparecerán los escandalosos bonus (en metálico, en especies o en stock options) de los altos directivos. La sociedad no lo permitirá, …no lo permitiremos, no más Lehman Brothers.
Progresivamente irá tomando cuerpo la cultura de la cooperación. Muy interesante en este apartado la aportación de Isaac Mao, fundador del sharismo, corriente que defiende que el futuro de la humanidad se basará en una mente colectiva híper-conectada gracias a las redes sociales, donde todo el conocimiento se compartirá, lo cual permitirá el avance a una velocidad infinitamente superior a la actual. No más secretos empresariales, no más patentes ni registros de la propiedad intelectual, los pioneros serán reconocidos y su aportación será recompensada gracias al rastreo de la red).
Gentle Management
En lo que se refiere a organizaciones empresariales, las más avanzadas están ya cambiando porque detectan el cambio de valores que la crisis está acelerando en la sociedad. No ocurre así todavía con las administraciones ni con las entidades financieras.
Sin embargo, en 7 años las empresas, partidos políticos, entidades financieras que estarán liderando el mercado se parecerán muy poco a las de hoy; muchas de ellas serán entidades que hoy todavía no existen y otras serán las actuales profundamente revisadas en sus valores.
El tren para formar parte de este selecto grupo está pasando ahora. Tenemos que subirnos, sin vacilar.
Para ello proponemos un nuevo modelo de gestión que hemos bautizado como Gentle Management (gestión amable). Se configura como una solución innovadora basándose en el cambio de ciertas condiciones internas de la organización que no se han aplicado hasta ahora por cuestiones estructurales e históricas. No se trata de una consultoría, tampoco de formación, ni de training, ni tan siquiera de un proceso de coaching ejecutivo o de mentoring.
Se trata de una mezcla, con las proporciones apropiadas para cada empresa, de todas las anteriores, que inyecta nuevas formas de gestión y liderazgo en el ADN de la empresa.
Hace unos años se vendía todo, no importaba demasiado la actitud de los empleados. Hoy en día, y en el futuro, únicamente las empresas que tienen a la totalidad de sus equipos humanos comprometidos con el proyecto se mantendrán en el mercado. Y debemos tener claro que ese compromiso no podemos comprarlo, el compromiso nos lo tiene que regalar el empleado.
En nuestro blog (http://gentlemanagement.blogspot.com) podéis encontrar el desarrollo de los pilares del gentle management (EMPOWERMENT PERSONAL; GESTIÓN Y LIDERAZGO), que son las fórmulas para conseguir el más preciado regalo de nuestros empleados,  así como su metodología estándar de aplicación (METODOLOGÍA DE APLICACIÓN DEL GM).


viernes, 27 de mayo de 2011

La rosa y el sapo (equilibrio)

Había una vez una rosa roja, muy, muy bella.





Se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, la gente sólo se la miraba de lejos.

Por fin se dio cuenta que a su lado siempre había un enorme y repugnante (a su parecer) sapo, y que, precisamente por eso, nadie se atrevía a verla más de cerca.


Indignada ante lo descubierto, le ordenó al sapo que se fuera de inmediato.




El sapo, muy obediente, respondió:

- Está bien, … si así lo quieres.

Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa y se sorprendió al verla totalmente marchita, casi sin hojas y pétalos.


Le dijo entonces:

- Vaya, se te ve muy mal. ¿Qué te pasa?


La rosa contestó:


- Desde que te fuiste las hormigas no han parado de torturarme. Nada ha vuelto a ser igual.


Y el sapo, moviendo la cabeza en señal de compasión, dijo:


- Claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas… y eso te permitía ser la más bella del jardín.